VIVIR EN PAREJA ES LA MAYOR escuela de crecimiento que nos propone la vida.
Ser feliz, hacer feliz al otro, cumpliendo cada uno a la vez con nuestro proyecto de pareja y con nuestro destino individual, es una meta a la que dedicamos nuestra vida entera.
La entrega al respeto y al amor, en especial al otro género, nos remite a lo vivido en la infancia, a la herencia de miedos y mandatos limitantes del sistema familiar y al sentimiento de culpa por permitirnos amar a alguien diferente.
En la base de la entrega adulta a una pareja está la fidelidad ciega e infantil a los padres. El pequeño se prometió no hacer nada mejor que su padre o su madre, para permanecer fiel y agradecido a ese progenitor. Una vez adulto, siente el miedo a la intimidad inculcado en su infancia. Entonces, si bien no consigue lograr el amor en la pareja, ese adulto se consuela inconscientemente por seguir siendo fiel a sus padres…